miércoles, 28 de noviembre de 2018

6. Pasto llorón


El pasto llorón se debe utilizar en forma intensiva para obtener de él el máximo beneficio. En Ecuador se puede considerar que su receptividad media es de una unidad animal por ha y por año. Si se tiene en cuenta que en la misma zona se necesitan 4 a 5 ha de campo natural por unidad animal, se podrá deducir la importancia econ6mica de la incorporación del pasto llorón en un establecimiento ganaderil de cría.
En los ensayos, que se están realizando desde hace varios años, en donde se mantienen las vacas durante todo el año en pasto llorón, se ha podido duplicar la producción de carne por ha, considerándose que aún se puede aumentar más en la medida en que se perfeccione su manejo. En un buen campo natural se puede destetar un ternero a los 7 u 8 meses con 180 kg de peso. Si su receptividad es de 4 ha. Por unidad animal, equivale a producir 45 kg por ha y por año. En pasto llorón con una unidad animal por ha, se han destetado a los 5 meses terneros de un peso promedio de más de 90 kg o sea el doble.
Sin embargo, el mantenimiento de la vaca de cría todo el año en pasto llorón trae algunos problemas de manejo. Esta especie produce buenos aumentos de peso durante el rebrote primaveral, permitiendo el engorde de la vaca recién parida con ternero al pie hasta mediados de enero, con un máximo en el mes de noviembre. Desde entonces los aumentos son cada vez menores y a mediados de febrero empieza a perder peso. En invierno es imprescindible dar a la hacienda algún suplemento que suministre la energía, proteína y fósforo en lo que es deficiente en ese momento, lo cual resulta costoso y a veces complicado para el productor.
Para obviar ese inconveniente se puede recurrir a varios métodos:
1.- Se puede complementar la utilización del pasto llorón con el campo natural;
2.- Se pueden suministrar los nutrientes que faltan en el pasto llorón mediante el pastoreo de algún verdeo invernal.
3.- Se puede recurrir a otras especies perennes diferidas pero de mayor valor nutritivo, como por ejemplo, el sorgo negro.
La combinación del pasto llorón con el campo natural es un método muy conveniente que ya es usado por muchos ganaderos progresistas. Mediante este manejo se aprovecha la alta receptividad del pasto llorón durante la primavera y el verano, concentrándose en él la hacienda durante el período de servicio. De esa forma se deja des-cansar el campo natural en un momento muy oportuno, cuando las especies invernales están en plena floración, permitiendo además un servicio más corto y eficiente, pudiéndose emplear un menor porcentaje de toros. Durante ese período el pasto llorón puede soportar fácilmente unas 5 a 7 vacas por hectárea. A fines del verano, cuando el valor nutritivo del pasto llorón ha disminuido, la hacienda vuelve al campo natural en donde permanece durante todo el otoño y el invierno, aprovechando la circunstancia de que las mejores especies del campo natural son de desarrollo invernal (Flechilla fina, cebadilla, alfilerillo, trébol de carretilla, etcétera).

Otra combinación que se puede utilizar es el pastoreo por días de pasto llorón y un verdeo invernal. En Ecuador se ha adoptado con buenos resultados durante el invierno, el pastoreo semanal de 4 1/2 días de pasto llorón y 2 1/2 días continuados de centeno. De esa forma se puede mantener la vaca de cría preñada durante todo el invierno sin ningún inconveniente y en una forma muy económica, aproximadamente a la mitad o al tercio del costo de cualquier otro suplemento utilizado en la zona con el mismo propósito. El verdeo suministra así los nu-trientes en los cuales es deficiente el pasto llorón.

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