Tipos de pastos para potreros
miércoles, 28 de noviembre de 2018
Saludo
hola, que tal se bienvenido a mi blog aquí tendremos algo de información sobre los pastos de la sierra Ecuatoriana su manejo para formar tu desarrollo en la ganadería sustentable. Soy Romario Zurita gracias por vistar mi blog
Pastos y manejo de pastizales
El adecuado manejo en los pastos
es muy importante ya que en base a esto nuestros animales adquieren energía
para cumplir sus requerimientos nutricionales y nos brindan sus recursos para
la producción de cualquier producto.
Como técnicos no debemos ignorar
que los pastos y su adecuado manejo influyen en la nutrición de los animales de
donde nosotros obtenemos recursos además la nutrición de los animales influye
un 70% en la producción y un 30% es genético es decir nosotros podemos mejorar
nuestra producción en base al manejo de la alimentación de los animales. Sin
ignorar ningún aspecto ya que en cuanto a la salud de los animales si la
descuidamos estos pueden disminuir su producción llegando a tal caso de
ocasionar pérdidas económicas en la explotación.
1. Alfalfa
La alfalfa (científicamente
llamada Medicago sativa) o Lucerna es la cosecha de forraje más importante del
mundo. Alfalfa significa en árabe “padre de todos los alimentos”. Se cultiva en
más de 70 países, debido a su gran adaptabilidad y sus múltiples usos. Se puede
utilizar para el pastoreo de caballos, ovejas, cabras, cerdos, pollos y vacas
lecheras. También puede utilizarse como heno, forraje, abono verde y como
cultivo de cobertura. La alfalfa también puede ser consumida por los seres
humanos (los brotes, no las semillas). Contiene altos niveles de muchas
vitaminas esenciales, tales como A, B, D, E, K y es rica en minerales.
Algunos investigadores apoyan la
idea de que la alfalfa es de hecho el cultivo más importante del mundo, aunque
la mayor parte de la producción de alfalfa no es consumida directamente por los
seres humanos, como el trigo y la cebada. Si la alfalfa no existiera, la
industria global de Carnes y Lácteos (entre otros) sería diferente,
probablemente menor o menos eficiente.
Información de la Planta de Alfalfa
La planta de alfalfa es una
leguminosa perenne con hojas trifoliadas y flores que van de azul a violeta.
Pertenece a la familia de Fabaceae (la familia de los guisantes y los
fríjoles). Es la cosecha de forraje más importante del mundo. La planta de
alfalfa es una fuente natural de nitrógeno, porque alberga bacterias
simbióticas del suelo (rizobios) en los nódulos de la raíz que “fijan” (unen y
depositan) nitrógeno del aire en el suelo. Por lo tanto, hace que el nitrógeno
sea accesible a otras plantas.
La planta de alfalfa es altamente
adaptable a las diferentes condiciones de cultivo y clima, y muestra una gran
tolerancia al verano. Esto se debe a su sistema de raíces, que puede ir hasta
una profundidad de 15 a 30 pies (4,5 a 9m), en búsqueda de agua y nutrientes.
La longitud media de la raíz es de 4 a 5 pies (1,2 a 1,5m). La parte superior
de la planta es más corta en comparación con el sistema de raíces. La altura de
la planta oscila entre 2 y 4 pies (60 y 120cm). La planta de alfalfa crece en
suelos bien drenados, ya que los suelos húmedos promueven el desarrollo de
varias enfermedades.
Cultivo de alfalfa forrajera – Medicago sativa
En pocas palabras, la alfalfa se
puede sembrar durante el otoño o la primavera. Supongamos que sembramos las
semillas durante la primavera del año 1. Si todas las cosas van bien,
aproximadamente entre 60 y 65 días, se puede cosechar el primer corte. Entre 35
y 45 días más tarde, podemos cosechar el segundo corte, y generalmente cada 35
a 45 días podemos cosechar los cortes de alfalfa hasta el final del otoño
(finales de octubre y noviembre) del año 1. En este punto, la planta se
preparará para el invierno. Normalmente se encoge y deja de desarrollarse hasta
la próxima primavera (año 2). Si se cuidan las plantas, durante el período
primavera-otoño del año 2 también podemos cosechar cortes de alfalfa cada 35 o
45 días. Lo mismo se aplica a los años 3 y 4. La mayoría de los agricultores
dejan de cultivar alfalfa después del cuarto año, porque el rendimiento
disminuye significativamente (puede caer un 15% cada año). Sin embargo, hay
casos reportados en los cuales las plantas de alfalfa siguen dando rendimientos
de producción notables después de 6 o 7 años o incluso más. La mayoría de los
agricultores aran y destruyen el cultivo al final del cuarto año, y rotan a un
cereal.
Requisitos del Suelo para Cultivar Alfalfa – Selección de Variedades –
Manejo de las Malezas
Hay más de 200 variedades
conocidas de alfalfa, pero sólo de 6 a 8 se utilizan comercialmente a gran
escala. En general, las diferentes variedades de alfalfa funcionan de manera
diferente en las diversas regiones. Aunque las plantas de alfalfa tienen gran
adaptabilidad en diversas condiciones climáticas, debemos comprobar que haya
casos de buen rendimiento de una variedad determinada en nuestra región, antes
de tomar una decisión.
Como se prepara el suelo para sembrar alfalfa
La preparación para el cultivo de
alfalfa comienza durante el verano del año anterior. La mayoría de los
agricultores comienzan por fijar el pH del suelo cerca de 6,5. Muchos
agricultores agregan cal (a través de labranza profunda) en una cantidad de 3 a
4 toneladas por hectárea (pregunte a un agrónomo en su área). Se cree que la
cal aumenta la actividad de las bacterias Rhizobium fijadoras de nitrógeno,
mientras funciona como acondicionador del suelo. Algunos agricultores también
agregan de 2 a 3 toneladas de abono por hectárea y aran profundamente cerca del
día de siembra. (Tenga en cuenta que 1 tonelada = 1000 kg = 2.200 libras y 1
hectárea = 2,47 acres = 10.000 metros cuadrados). Tenemos que tomar en
consideración la condición del suelo de nuestro terreno a través de pruebas
anuales del suelo, antes de aplicar cualquier método de nutrición o labranza.
Generalmente, cuando se cultiva Medicago sativa, la última labranza suele tener
lugar justo el día antes de la siembra.
Aunque la alfalfa es una planta
que se adapta bien y que suele dar una buena producción durante muchos años,
puede verse gravemente afectada por la maleza. La maleza compite con las
plantas de alfalfa en agua y nutrientes, resultando en plantas delgadas y de
bajo rendimiento. Es posible que tengamos que consultar a agricultores y/o
agrónomos locales para obtener la información más reciente sobre la maleza más
comúnmente encontrada en nuestra región. Luego tenemos que planificar una
política de manejo sólido de la maleza (antes y después de la siembra),
teniendo en cuenta el marco legal local y la sugerencia del agrónomo. Algunos
productos químicos ampliamente utilizados en algunos países están estrictamente
prohibidos en otros países.
Cómo sembrar semillas de Alfalfa – tasa óptima de siembra de alfalfa y
población de plantas
Las semillas de alfalfa se pueden
sembrar durante el otoño o la primavera. Es más común sembrar en primavera. En
promedio, necesitamos entre 44 y 88 libras (20 y 40 kg) de semillas crudas por
hectárea, o de 17 a 36 libras por acre. (Tenga en cuenta que 1 tonelada = 1000
kg = 2.200 libras y 1 hectárea = 2,47 acres = 10.000 metros cuadrados). En
Estados Unidos, los agricultores a gran escala siembran semillas de alfalfa a
través de máquinas modernas de siembra de alta calidad y precisión. En este
caso, utilizan una tasa de siembra de 15 libras por acre. Al usar estas
máquinas, el agregar más de 15 libras de semillas por acre no se ha encontrado
que aumente el número total de plantas sanas maduras del terreno y por lo tanto
que aumente el rendimiento total.
Si la semilla que usted ha
comprado no es cruda (como la naturaleza la proporciona) y ha sido tratada,
usted debe preguntar a su proveedor la cantidad exacta de siembra por hectárea,
ya que puede diferir significativamente. Asegúrese de seleccionar una semilla de
calidad que haya sido purificada y limpiada de semillas de maleza, porque de lo
contrario sus plantas sufrirán y se comportarán mal debido a la presencia de la
maleza.
Fertilización de la alfalfa
Requerimientos nutricionales de la alfalfa – Medicago sativa
La alfalfa obtiene un suministro
adecuado de nitrógeno debido a su relación simbiótica con las bacterias
Rhizobium fijadoras de nitrógeno. La hectárea promedio de alfalfa fijará
alrededor de 1100 libras (500 kg) de nitrógeno por año. (Tenga en cuenta que 1
tonelada = 1000 kg = 2,200 libras y 1 hectárea = 10,000 metros cuadrados.) Por
lo tanto, en la mayoría de los casos, hay poca necesidad de aplicar
fertilizantes nitrogenados. Sin embargo, las plantas de alfalfa por lo general
sufren de deficiencias de fósforo. El síntoma más común de deficiencia de
fósforo se ve en las raíces y hojas subdesarrolladas que se vuelven de color
azul verde. Muchos agricultores agregan el fósforo al campo durante la siembra,
mientras que otros prefieren agregar 350 libras (160 kg) de P2O5 por hectárea
una vez al año, la mayoría de las veces al final del invierno (enero-febrero).
Muchos agricultores también agregan abono al suelo justo antes de la siembra y
luego cada 2 o 3 cortes, especialmente durante el 2do y el 3er año de la
cosecha. Si la prueba de su suelo o tejido revela una deficiencia de
micronutrientes (por ejemplo Boro), entonces un fertilizante foliar puede dar
resultados rápidos.
Sin embargo, estos son sólo
algunos patrones comunes y no deben seguirse sin hacer su propia investigación.
Cada terreno es diferente y tiene necesidades diferentes. Es beneficioso probar
su suelo al menos una vez al año, y tomar acciones correctivas después de
consultar a un experto.
Requisitos de Agua para la Alfalfa
Aunque la alfalfa es una planta
tolerante a la sequía, necesita ciertos niveles de humedad del suelo con el fin
de obtener rendimientos sostenidos altos durante 4 años. Como regla general, la
humedad del suelo nunca debe ser inferior al 50%. Durante el período
productivo, si el suelo está seco, los agricultores lo riegan con lluvia
artificial, pivotes centrales, lineares e inundaciones controladas.
Generalmente, dejamos de irrigar entre 3 y 10 días antes de la cosecha. La
alfalfa es una planta muy enraizada. Por lo tanto, pueden sobrevivir largos
períodos entre sesiones de riego. Sin embargo, la mayoría de las plantas de
alfalfa morirán si no irrigamos después de 45 días de sequía durante el verano.
Aunque ningún sistema de riego puede asegurar una uniformidad absoluta, debemos
tener en cuenta que el suministro excesivo de agua en una parte del campo
aumentará la posibilidad de enfermedades y causará drenaje por debajo de la
zona de las raíces.
Cosecha y Rendimiento de la Alfalfa por Acre
La cosecha de alfalfa normalmente
tiene lugar justo antes de la floración. Muchos agricultores con experiencia
afirman que es posible que usted nunca vea flores de alfalfa desde la siembra y
durante el arado. El mejor momento para cortar la alfalfa es por la mañana. Si
queremos recolectar semillas, el mejor período es entre junio y julio del
tercer año. En este caso, no cosechamos cada 35 a 45 días. Dejamos que la flor
florezca y produzca semillas. Por supuesto, en este caso, necesitamos la
valiosa actividad de los polinizadores (abejas).
Hay varias máquinas para cosechar alfalfa. Como
regla general, la máquina debe cortar la alfalfa tan bajo como sea posible,
pero sin dañar la corona. La técnica más común para cosechar alfalfa es hacer
que la máquina corte las plantas, las coloque en filas y las deje secar en el
campo. En este caso, una lluvia inesperada hará que las plantas adquieran moho
y disminuirá la calidad de la producción. Después, una máquina pasa y convierte
2 filas de plantas cosechadas en 1. Después de asegurarse de que las plantas se
hayan secado, un tractor que tira de una empacadora coloca el heno en fardos
que pesan de 100 a 2800 libras (50 a 1300 kg).
Producción de alfalfa por
hectárea
El rendimiento total promedio es de 20 a 35
toneladas por hectárea (8 a 14 toneladas por acre) por año (distribuido en 5 o
6 cortes). Los rendimientos máximos (agricultura intensiva) pueden superar las
40 toneladas por hectárea o 16 toneladas por acre al año.
2. Trébol blanco
El trébol blanco es una
leguminosa herbácea perenne nativa de Europa, norte de África y Asia
occidental, que tiene un comportamiento cosmopolita al aparecer en distintos
ambientes de clima templado húmedo.
Es una especie de porte rastrero,
crecimiento postrado, colonizadora, que alcanza una altura de 10 a 25 cm. Posee
estolones que le confieren
una gran adaptación al pastoreo en zonas templadas de todo el mundo. Se propaga
por estolones y semillas, resembrándose muy fácilmente (Ganderast, 2001).
La raíz principal pierde
rápidamente relevancia en comparación con las raíces adventicias que se forman
debido al carácter estolonífero de su crecimiento. Tiene hojas trifoliadas con
folíolos ovales, con una mácula blanca. Los folíolos están desprovistos de
vellosidad (Rzedowski y Rzedowski, 2001).
Se comporta bien en suelos
profundos, de fertilidad media a alta. No se adapta a suelos superficiales,
sueltos, salino–alcalinos o demasiado ácidos. El pH ideal se encuentra entre
5,5 y 7,5. Tiene una gran capacidad defecación de nitrógeno, que aporta en
cantidades variables, y que podría ser utilizado por las gramíneas de la mezcla
forrajera.
Requiere humedad y no tolera la
competencia por sombra. Se desarrolla con temperaturas de 5 a 30 ºC siendo la
óptima de 18 a 25 ºC (Muslera Pardo y Ratera García, 1984) Su ciclo de
crecimiento es otoño-inverno-primaveral y las variedades comunes no producen en
verano por las altas temperaturas y la falta de agua. Existen variedades
mejoradas que crecen durante el verano.
Utilización
Es una especie muy adaptada al
pastoreo. Los animales por la general no consumen los tallos, que se encuentran
al ras del suelo, son de crecimiento horizontal, sólo las hojas están
disponibles, por lo que mantienen un alto valor nutritivo aún en floración.
El trébol blanco es utilizado
como acompañante de gramíneas en mezclas forrajeras destinadas a la producción
animal, principalmente por el alto valor nutritivo que aporta al forraje
consumido.
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